Miro en tu mente y veo, basura
- Pablo Kbal
- 20 jul 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 jul 2019
La contaminación del aire, la tierra y el agua por basurales a cielo abierto es uno de los desastres más grandes provocados por las sociedades modernas (capitalistas) industriales, y aún más en las últimas décadas. La superpoblación del planeta explica en parte la acumulación de residuos, pero sin duda que los métodos para acumulación de la riqueza de los grandes capitales multinacionales no da tregua al planeta, gana la batalla cultural: “acumular propiedades y capital utilizando la menor cantidad de recursos posibles, al menor costo posible”. “No hay otra forma de producir que no sea de esa manera, con esos métodos”.
Esta versión de la historia, de aparición de grandes cadenas de supermercado y de comida rápida, fue la que se le hizo creer a sociedades que aún no habían sido invadidas por las grandes empresas multinacionales. Gran parte de la basura que vemos acumularse en las esquinas de cada barrio de las ciudades, en pequeños y grandes basurales son los envases de los productos y de las bolsas en las que se las deposita, las cuales son para utilizar por única vez y luego se las desecha.

Pero hasta tal punto que fue más allá de esas cadenas comerciales que se empezaron a instalar papeleras como Botnia en Fray Bentos (Uruguay) en 2004/05, por lo que se movilizó gran parte de Gualeguaychú. Lo mismo está sucediendo en la provincia de Misiones con la papelera Alto Paraná S.A., adquirida por ARAUCO en 1996, una empresa de capitales chilenos. Lo mismo está buscando el gobernador Valdés en Corrientes, quien en febrero de 2019 fue de visita a la empresa Klabin, empresa productora de papel en Brasil. Pequeña digresión: no por nada se ve todo el interior de la provincia cada vez más poblado de pinos. “Voy con vos, papelera”.

Estas empresas de celulosa que se generan a partir del monocultivo de árboles foráneos que matan y expulsan a la flora y fauna autóctona, contaminan el aire y provocan enfermedades crónicas en las poblaciones cercanas, además genera utilidades económicas en el corto plazo solo para los empresarios y la mayor parte del material (papel) que sale de esas fábricas solo es para utilizar una vez y después a la basura.
Lo único que se puede observar en la mente de quienes generan y fomentan este modelo perverso es basura, cada vez más acumulación de capitales para un grupo minúsculo e individualista con la complicidad de gobiernos entregados al paradigma único y dominante, y cada vez más desechos y un pasivos ambientales en aumento para las mayorías de las sociedades que habitan el planeta.
Comments